sábado, 2 de enero de 2010
Bushido...
Sí, ya se sabe: parece que nada nuevo, interesante, inteligente y original brilla bajo el sol del rock (y/o el pop) español. Que no se incorporan nombres nuevos, que los modelos se repiten, que falta riesgo y emotividad y sobran comportamientos endogámicos. Es como si todo estuviera visto y oído... Sí, todo eso ya lo sabemos.
Pero, alegrémonos, cuatro de los músicos más inclasificables e inquietos de nuestra escena han decidido dejar, momentáneamente, a un lado sus proyectos personales (y, porqué no, egos artísticos) y unir esfuerzos, sumando talentos y personalidades bien diferenciadas, para crear un disco único (e irrepetible), asombrosamente original y poco catalogable. En el que la música fluye en libertad, sin ataduras, corsés ni planteamientos preestablecidos. En una clara apuesta por la investigación sonora.
El nombre de la experiencia es Bushido. Una identidad bajo la que se refugian cuatro músicos de sobra conocidos por los aficionados más despiertos: Enrique Bunbury (innecesario citar su currículum), Morti (ex vocalista de El Fantástico Hombre Bala y ahora en Ex Mundus); Shuarma (vocalista y compositor de Elefantes) y Carlos Ann (singular solista electrónico).
Los cuatro pensaron hace unos meses que estaría bonito hacer algo juntos, con espíritu grupal, por el placer de ver qué podía surgir de tal experiencia. Para ello, se encerraron durante diez días en una masía cercana a Tarragona y, en un ambiente distendido, comenzaron a escribir y grabar canciones. Sólo se fijó una norma: los temas tenían que nacer en el propio "encierro", no valía presentarse con composiciones escritas con anterioridad. Así, las canciones que empezaban a surgir de las diferentes manos y mentes eran rematadas entre todos, aportando, sumando, eliminando, cambiando, retocando, mejorando el trabajo ajeno, para que, de este modo, el resultado final fuera verdaderamente colectivo.
Y allí, en la propia masía, Carlos Ann, Enrique Bunbury, Morti y Shuarma se dispusieron a grabar: a levantar unas canciones que están entre la experimentación y lo terrenal; con grandes dosis de electrónica bien empleada y mucha música popular filtrada por el corazón abierto y el arrabal más canalla; con un sonido completamente contemporáneo, pero a la vez, atemporal. El oyente atento no dejará de descubrir entre algunos de sus más irónicos versos retratos de esa actualidad que nos circunda. Del mundo real.
Como esos samurais que siguen la disciplina del "bushido", estos cuatro buscadores de sonidos, se han despojado de sus identidades (pese a ello, todavía se pueden descubrir en estas melodías rastros de los distintos ADN que conforman la personalidad Bushido), han devuelto el pasaporte y se han convertido, con valor y riesgo, en un único hombre (casi una sola voz) con un mismo fin: regalarnos sonidos sin fronteras, en entera libertad. Disfrutar de la música fue la coartada inicial de este singular Bushido y música para disfrutar es el resultado final.
"La felicidad"
"Infectado de tu amor"
"Desmejorado"
"España"
"Rusa, rumana"
"As de copas"
"Golpe en la sien"
"Sex food"
"Pulso firme"
"L´amour"
"Magenta"
"Te esperaré"
"Entra conmigo"
"Aleteo"
"La felicidad II"
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Etiquetas:
Bushido,
Carlos Ann,
Enrique Bunbury,
Morti,
Shuarma
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